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Una mañana perfecta
Por Lady Bahiya

Ubicación original

Traducido por Danvers - Beta: Heiko

Harry/Draco/Snape

 

 

—No veo por qué tengo que ir yo —dijo Ron haciendo un mohín.

—Porque Harry es tu amigo y lo ha sido durante los últimos veinte años —prácticamente gruñó Hermione, harta de tener la misma discusión de siempre con su marido.

—Lo que sea —bufó Ron. Hermione le ignoró mientras se dirigía a la chimenea.

 

- - -

 

—No hay nadie en casa, vámonos —susurró Ron. Hermione sacó su varita de repente y directamente le silenció. Agarró su mano y le condujo a través de la casa con familiaridad. Ron se preguntaría sobre ello más tarde.

Sus ojos se abrieron como platos cuando les condujo escaleras arriba y miró boquiabierto como pez en tierra cuando ella se detuvo frente a lo que obviamente era la puerta de una habitación. Negó con la cabeza frenéticamente, no queriendo ver en lo que andaba su mejor amigo con Snape y Malfoy. La silenciosa mirada de Hermione le dijo que era mejor que hiciese lo que ella decía o estaría durmiendo en el diván en un previsible futuro. Sus hombros se levantaron resignadamente cuando ella abrió la puerta en silencio.

Cerró los ojos fuertemente, seguro de que iba a ver algo que le provocaría pesadillas durante semanas. Hermione le pellizcó con fuerza y sus ojos se abrieron de dolor. Su mirada trazó inmediatamente la cama con dosel ante él, y la vista de su mejor amigo. Su dormido mejor amigo. Su dormido mejor amigo que estaba apretujado entre dos dormidos Slytherin ex Mortífagos.

Antes de que se pudiera girar, Hermione le pellizcó de nuevo y señaló con ira a la cama. Suspiró en silencio y miró de nuevo.

Severus estaba acurrucado alrededor de la espalda de Harry, una ligeramente pálida mano descansando en el antebrazo de Harry. El pulgar de Severus estaba acariciando levemente la piel de Harry, y Ron miró con fascinación cómo el hombre le besaba suavemente la nuca, mientras Harry murmuraba satisfecho en sueños. Al otro lado, apenas visible excepto por un pálido mechón de pelo, Draco estaba acurrucado de cara al pecho de Harry, usando su otro brazo como almohada. Draco murmuró algo en su pecho y Harry alargó la mano para acariciar su pelo. Draco se apaciguó inmediatamente con un pequeño suspiro. Los tres hombres tenían pequeñas sonrisas en sus rostros.

Hermione miró a Ron, con una pregunta en sus ojos: ¿Lo entiendes ahora?

Él asintió con una pequeña sonrisa. Su mejor amigo era amado y protegido, todo lo que Ron siempre había querido para él desde que le había conocido.

Se giró para dejar la habitación, haciéndole saber a su esposa que le encontraría de vuelta en casa. Hermione se giró de nuevo hacia la habitación para ver a Severus despierto y mirándola.

—Gracias —susurró, sin molestar a sus durmientes parejas.

—Es lo menos que puedo hacer —sonrió, antes de dejar la habitación, cerrando la puerta de una perfecta mañana.

Fin

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