¿Más Snarry? Vuelve

Mal a muchos niveles
Por Barbarella

Ubicación original
Traducción: Danvers
Beta: Pescadora de Estigia
Revisión: Heiko

Snape/Harry, NC-17, Voyeurismo

 

 

A Ron Weasley no le costó mucho tiempo darse cuenta de que esto era lo peor que había hecho NUNCA.

Peor que aquella vez que puso a hurtadillas tinta invisible sobre la mano izquierda de Percy (la mano que todos sus hermanos sabían que usaba para masturbarse). Peor que dejarse convencer por Seamus para hacerle aquella foto a Neville en la ducha. Peor que la vez que aceptó el desafío de los gemelos de intentar espiar a Tonks mientras se estaba cambiando en Grimmauld Place. No, esto era mucho, MUCHO peor.


Para empezar, había cogido la capa de invisibilidad de Harry sin permiso. Eso estaba mal.

Y había conspirado con Fred y George para conseguir que hicieran explotar uno de sus petardos en el momento exacto en que se apareció invisible en la habitación de Harry (aprovechando que su amigo había relajado mucho sus protecciones desde el final de la guerra), para cubrir el ligero sonido del estallido que su llegada provocaría en la habitación. Eso estaba mal, también.

Y no se había ido, después, en cuanto vio lo que estaba ocurriendo allí. Eso estaba realmente mal.

Y todavía estaba allí de pie, sintiéndose más incómodo de lo que nunca se había sentido, bajo la capa de invisibilidad de Harry, mirando como su mejor amigo era follado por su ex profesor de Pociones. Eso estaba mal en tantos sentidos que Ron no podía ni empezar a enumerarlos todos.

Ya estaban en ello cuando se había aparecido en la habitación, sin que nadie lo notara. Estaban juntos en la cama de Harry, él y Snape. Su amigo boca arriba, con el hombre encima de su cuerpo. Y Snape estaba… moviéndose. Ron se había quedado congelado en el sitio, sin querer mirar pero totalmente incapaz de apartar la mirada.

Había estado preocupado por Harry desde hacía tiempo. Desde antes de que El-Que- Probablemente-Ya-Puede-Ser-Nombrado hubiera caído finalmente en la batalla del monte de Belvedere's Hump. Sus sospechas habían comenzado cuando Harry había defendido a Snape en una discusión (una discusión sobre Snape, mira tú por dónde…). Harry parecía como si de hecho le estuviera empezando a GUSTAR el cabrón. Se había puesto de su parte y se había enfadado con Ron, diciéndole que estaba equivocado sobre el tipo, ¡que ese pedazo gilipollas no era en realidad tan malo cuando le conocías! ¡Cuántas chorradas! Ron estuvo seguro entonces de que algo raro estaba pasando. Snape debía haber usado un hechizo o poción o algo, para hacer que Harry pensara que era un buen tipo después de todo, que eran amigos o algo. Realmente… era lo único que tenía sentido, ¿o no?

Entonces Snape había empezado a portarse extrañamente, también. Le había dado a Ron una charla sobre cómo debía respetar más las decisiones de Harry, y que no debía reírse de que estuviera madurando y todo eso. ¡Incluso se había referido a Harry COMO Harry por primera vez! Y de hecho había dicho que su amigo era “una persona importante para nosotros dos” o alguna maldita basura. Fue entonces cuando Ron había empezado a pensar que quizás realmente los dos HABÍAN empezado a ser amigos. Bueno, se habían visto forzados a pasar mucho tiempo juntos hacia el final de la guerra, ¿verdad? Suponía que tenía algo de sentido que dejasen de meterse el uno con el otro y empezasen a llevarse un poco mejor…

Pero entonces, en los pocos días que quedaban para la batalla final, Harry y Snape no se separaron el uno del otro. Ni una sola vez. ¡Ron empezaba a preguntarse si incluso iban al lavabo juntos! Espeluznante, eso es lo que era. No era natural. Completamente raro. Justo la noche antes del monte Belvedere, Snape incluso había seguido a Harry a su habitación y había cerrado la puerta, y Ron estaba completamente seguro de que el cabrón se había quedado allí toda la noche. ¡Puaj! ¿Qué habían estado HACIENDO?

Desde la semana siguiente más o menos, habían empezado a tener un poco de vida propia, al menos. ¡Buena falta que les hacía! Pero a Ron todavía le parecía que su mejor amigo estaba pasando más tiempo con ese gilipollas que con sus amigos de verdad. Y ¡joder si no iba a descubrir qué demonios estaba pasando!


Así que por eso estaba allí, ahora mismo, congelado de pie en mitad de la habitación de Harry. Mirando… eso.

Harry gimió suavemente y giró la cabeza en la almohada. Snape se inclinó inmediatamente y pegó su boca abierta al cuello de Harry, succionando la piel que había allí, suficientemente fuerte como para que pareciera que podía doler. Pero Harry estaba sonriendo, y llevó una de sus manos hacia la nuca de Snape, manteniéndole levemente allí. ¡Egs! ¡Tú mano se llenará de grasa, Harry!

Estaban follando ¿no? Las sábanas, gracias a Dios, todavía cubrían la parte inferior de sus cuerpos, y Ron esperaba que continuasen de ese modo. Aún así, significaba que no lo podía ver todo. (¡Qué asco!) Así que podrían estar simplemente… ¿frotándose o algo así? Frunciendo el ceño ligeramente, Ron dio un par de silenciosos pasos hacia un lado, diciéndose firmemente a sí mismo que NO estaba intentando conseguir una mejor vista… simplemente estaba intentando averiguar a qué estaba siendo sometido exactamente su amigo.

Harry tenía las piernas muy abiertas, a juzgar por lo que veía. Y las tenía dobladas por las rodillas casi a la misma altura de su pecho. Mira, era esa flexibilidad (y no sólo su pequeño tamaño) lo que hacía de él un buscador tan bueno y alucinante. Ron intentó imaginar exactamente cómo semejante posición podría, er… alinearle con varias partes de la anatomía de Snape. Sintió su nariz fruncirse de repugnancia. ¡Puaj! Bien, estaban follando.

Supuso que los sonidos podrían haber sido una pista para averiguarlo. Los susurros, los ásperos sonidos y la cama chirriando ligeramente. Y los murmullos. Los síes y los ohs y los oh Dios mío. Ron tragó saliva. Había visto un par de películas porno. Y aunque eso era con diferencia más suave y algo más… dulce o algo así… sabía que esos sonidos eran ruidos de folleteo. No es que alguna vez hubiese visto porno de maricones, ¡qué va! ¡Dios, no! La idea de mirar a dos tíos junt… Ron palideció. Estaba mirando a dos tíos juntos. Y no estaban en ninguna maldita película, tampoco. Estaba de pie en la vida real, viendo cómo dos tíos lo hacían en directo. Y no sólo a dos tíos cualesquiera, sino a su mejor amigo y su más odiado ex profesor. Quien siempre había pensado que era también el profesor más odiado de su mejor amigo.

¡Joder, sí que era complicado!


Snape enderezó los brazos a cada lado de Harry y se elevó ligeramente, mirando al rostro de su amigo. Cuando hizo eso su grasiento y feo pelo cayó sobre su cara, de modo que Ron no pudo ver qué tipo de mirada le estaba brindando. Pero pudo ver bien la cara de Harry, de todos modos. Y éste le estaba mirando como si… como si… tuviera debilidad por el tipo. ¡Maldita sea! Harry serpenteó los brazos hacia arriba alrededor del cuello de Snape y empujó al gilipollas hacia él. El ex profesor colocó un brazo bajo el cuello de Harry, acunando su nuca, y acarició su cara con la otra mano. Ahora estaba apoyando todo el peso sobre sus codos. Y entonces… bajó su rostro hacia el de Harry y le besó.

Ron intentó no mirar sus caras unidas de ese modo. Era demasiado. Pero aún así no pudo apartar totalmente sus ojos de ellos, tampoco. Dejó que su mirada descendiera ligeramente y se encontró mirando la desnuda espalda de Snape. ¿Quién habría pensado que el hombre sería musculoso en esa zona? ¿Y qué eran esas…? Oh. La espalda estaba entrecruzada por largas cicatrices. Algunas borrosas. Pero definitivamente estaban ahí. Probablemente habían estado ahí desde hacía bastante tiempo, a juzgar por su aspecto. Ron apartó la mirada y regresó a donde sus rostros se estaban separando de nuevo.

No. No, Ron NO iba a permitirse sentir ninguna compasión hacia el bastardo. Se había unido a los mortífagos por su propia voluntad… si ellos se divertían dándole una paliza de vez en cuando, bueno, eso en primer lugar era culpa suya por unirse a ellos, ¿verdad?

Snape y Harry juntaron fuertemente sus frentes mientras se movían como uno solo.

—Perfecto —oyó Ron que decía Snape.

¿Perfecto? ¿Cómo se le puede decir eso a un estudiante al que has pasado siete años acosando, intimidando y humillando?


Las piernas de Harry debían de haber empezado a doler, porque estiró una y luego la otra. Cada movimiento hizo que las sábanas se deslizaran hacia abajo un poco, y un poco más. Ron contuvo el aliento. Maldita sea… ¡no! No, ¡no necesitaba ver aquello! Las sábanas estaban de pronto fuera de la cama, y ahí estaban… Severus Snape y Harry Potter, follando… justo frente a los ojos de Ron.


Unos ojos que debían estar a punto de salirse de sus órbitas en ese momento, estaba seguro. Estaba mirando el culo de Snape, ¡por el amor de Dios! ¡El desnudo y pálidamente enfermo culo de Snape! ¡Y lo que era peor! ¡Mucho peor! Ese culo se estaba moviendo arriba y abajo en un ritmo constante, los músculos apretándose y relajándose, mientras el viejo cabrón se empujaba una y otra vez dentro del cuerpo de Harry. ¡Uf!


Estaban obviamente empezando a ponerse a ello ahora, consideró Ron. Las sábanas siendo apartadas eran un indicio, supuso. Pero las estocadas se estaban acelerando un poco ahora, también, y parecía estar metiéndose un poco más en cada empuje… la sonrisa de Harry se estaba ensanchando más y más, su cuerpo recibiendo cada nueva ofensiva con lo que parecía una creciente satisfacción.

¿Era eso posible? ¿Que Harry realmente estuviera disfrutando eso? ¿Tener a ese feo gilipollas bombeando sobre él de ese modo?

Ron parpadeó cuando súbitamente comprendió lo que debería haber comprendido hacía algún rato. ¡Harry era marica! Su mejor amigo, el tío con el que había compartido habitación durante siete años, ¡era un jodido maricón!

Y Snape lo era, también. ¡Eggssss! ¿Quizás había estado mirándoles a todos ellos, todos los chicos, todo el tiempo mientras habían estado en la escuela? ¿Quizás había estado pensando en hacerle eso a Harry todo ese tiempo? Sucio y viejo desgraciado. Oh, mierda… Snape nunca había estado al cargo de las duchas después de Quidditch, ¿verdad? Ron soltó el aliento con cuidado mientras echaba un vistazo a siete años de recuerdos en las duchas. No. Snape nunca se había dejado caer por allí. Bueno, eso era algo, supuso. Al menos el hombre tenía ALGUNA moral.

Heh. Algunas morales debían de ser muy pequeñas, pensó, mientras observaba cómo Snape echaba la cabeza un poco hacia atrás mientras se conducía más duramente dentro de Harry. Mientras metía su su… Ron miró un poco y se movió en silencio una vez más. No para conseguir una mejor vista, se recordó a sí mismo de nuevo, simplemente para ver exactamente qué estaba pasando ahí. Sí. Movió la cabeza ligeramente, intentando ver… ¡Maldita sea! Ron sintió el rubor empezando en la coronilla de su cabeza y recorrer su cuerpo entero, exactamente hasta las puntas de sus pies (que se sentían exactamente como si se estuvieran arrugando).

Podía ver. Podía ver... unas cuantas películas porno protagonizadas por mujeres con tetas mágicamente aumentadas no habían preparado a Ron para eso. Podía verlo. Podía ver… bueno, a ellos. El lugar donde estaban unidos.

Ron se enderezó rápidamente y llevó la mirada a otra parte. De ninguna manera había estado haciendo eso. Sencillamente NO había estado mirando la polla de Snape. SIN DUDA ALGUNA no había estado mirando la polla de Snape moviéndose dentro y fuera del culo de su mejor amigo. Nanai. ¡Ni hablar! Ni en un millón de años.

Pero lo había hecho, ¿no era así? Si era posible que un Weasley se ruborizara más profundamente, Ron lo hizo en ese momento.

Snape tenía una bien grande. Y si el modo en que Harry estaba reaccionando a ser sodomizado era una indicación, el tío sabía cómo usarla, también.

Harry estaba ahora arqueando la espalda contra el colchón, cada vez que Snape empujaba dentro de él. Sus manos estaban agarrando el culo del hombre, sus dedos clavándose en la carne mientras le empujaba contra sí mismo. Al mismo tiempo, empujaba su propio culo hacia arriba para encontrarse con él. Como si intentara follarse a sí mismo con esa cosa grande y dura. Como si la sensación que le producía fuese tan buena que simplemente no pudiera tener suficiente de ello.

Ron se lamió los labios secos distraídamente. Yo no soy maricón, se dijo a sí mismo con severidad. Esto es asqueroso y feo y horrible. NO me estoy poniendo duro por esto.

De todas formas sus tejanos se sintieron repentinamente incómodos. Joder. Esto no está pasando. ¡Esto no puede estar sucediendo! ¡No estoy teniendo una erección mirando esto!

Oh, pero la tenía.

Es sólo porque es sexo, ¿verdad?, razonó, bastante adecuadamente, dadas las circunstancias. Todavía soy un adolescente lleno de hormonas haciendo cosas raras. No es porque sean dos tíos (en particular ¡no esos dos tíos!), sino sólo porque se trata de sexo. Las pollas sencillamente reaccionan a eso, ¿verdad? No importa qué clase de sexo sea…

Y parecía ser, bien… sexo muy bueno, al menos desde el punto de vista de Harry y Snape. No se podía negar que estaban disfrutando mucho, muchasgraciasporpreguntar. Ron pudo ver el lustre de sudor cubriendo ambos cuerpos, pudo ver incluso los músculos trabajando duramente mientras se movían juntos. Sus besos también se estaban volviendo más firmes, con más lengua y más babosos de lo que habían usado antes.

Snape se alzó de pronto sobre sus rodillas, inclinado sobre el cuerpo de Harry como si se estuviera alimentando de él, y arrastró el culo sobre su regazo. ¿Quién hubiera dicho que Snape era tan fuerte y ágil? Sus grandes manos se agarraron a las caderas de Harry y permanecieron allí mientras metía su polla más fuerte y profundamente en su culo. Sin nada a lo que agarrarse, los puños de Harry se cerraron sobre las sábanas mientras recibía la dura follada. La piel de su torso estaba ruborizada… Dios, debía sentirse muy caliente… y su erección…

Ron había visto el pene de Harry antes. Por supuesto que lo había hecho. Cientos de veces. Era una consecuencia natural de la vida en una escuela interna, ¿verdad? Pero nunca la había visto de ese modo. Cierto, no siempre había estado completamente fláccida en esos cientos de veces (consecuencia natural de la vida… bla, bla, bla), pero definitivamente nunca le había visto en ese estado antes. En esos momentos parecía suficientemente duro como para machacar clavos con él. Y la cabeza estaba muy oscura. Y reluciente y goteante. Y sus pelotas estaban apretadas contra su cuerpo. Uf, ¡ese pobre chico necesitaba algún alivio!

El pensamiento también se le había ocurrido a Snape, obviamente, porque envolvió una de esas grandes manos teñidas por las pociones alrededor de la polla de Harry, y la acarició lentamente arriba y abajo, mientras seguía follándoselo.

—¡Ug! —gimió Harry—. ¡PorfavormásJODER! Sí…


Ron tragó saliva de nuevo y alcanzó bajo la túnica el bulto en sus tejanos. Simplemente recolocándose, se recordó a sí mismo. Sólo evitando… uh, estar incómodo.

—Fóllame… —maulló Harry. Y de pronto se estaba corriendo. Snape bombeaba duramente con la mano la polla de Harry, exprimiendo largos chorros de corrida fuera de su cuerpo. Salpicó tanto que alcanzó su cuello, algo por lo que Ron no pudo evitar sentirse un poco impresionado.

—Harry. —Urgh, la voz de Snape sonaba de hecho algo… casi… de algún modo… sexy de esa manera. Todo profundo y urgente y lleno de tensión.

Ron no pensaba que fuera posible que Snape tuviera su polla más profundamente enterrada en el cuerpo de Harry de lo que ya estaba, pero se introdujo más ahora mientras su cuerpo se sacudía. Dios, ¡se estaba corriendo en el culo de Harry! Ron imaginó todo aquel semen vaciado en el cuerpo de su amigo… ¿Adónde iría después?, se preguntó.

De pronto fue consciente del hecho de que su mano estaba todavía en su paquete, aunque se había “recolocado” varios minutos antes. Maldita. Podía sentir su pulso palpitando a través de su polla. Eso no era bueno.

En la cama, Snape se estaba inclinando sobre Harry, lamiendo la corrida de su pecho y cuello, su boca cerrándose sobre uno de sus pezones mientras succionaba el semen de él.

Harry estaba sonriendo más ampliamente que nunca, los dedos enterrados en el grasiento pelo de Snape, murmurando sinsentidos. Algunos de los cuales sonaban sospechosamente como palabras cariñosas. Ron apartó la mano de su erección cubierta por sus pantalones, y decidió que era mejor empezar a pensar en largarse de allí.

—Yo también te amo, Harry.

¡¿Qué?! Ahora se estaban abrazando, sus cuerpos envolviendo el uno al otro como si no tuvieran ninguna intención de dejarse ir. Labios y dedos arrastrándose perezosamente sobre el otro. Los dos sonriendo mientras se miraban como si no existiera nada más en el mundo.

Los dos. Sonriendo. Snape. Sonriendo. ¡Snape estaba sonriendo! Estaba sonriéndole a Harry. Sonriendo PARA Harry. Y le había dicho que le amaba. Que TAMBIÉN le amaba.

Eso estaba muy mal. Ron no debería estar allí, no debería estar inmiscuyéndose en eso.

Esperó hasta que estuvieran besándose profundamente (con esperanzas de que estuvieran tan entregados el uno al otro que no notasen el sonido apagado de la aparición), y se apareció de vuelta a su habitación.

Tan pronto como estuvo allí, Ron aseguró la puerta y se quitó la ropa. Observó su rígido pene mientras lo envolvía con una mano. Era sólo por el sexo, se recordó a sí mismo, y empezó a bombear su puño arriba y abajo del dolorido mango. Maldito, jodido CALIENTE sexo, además. Simplemente me estoy ocupando del exceso de frustración, se dijo a sí mismo. NO estoy pajeándome con el recuerdo del grasiento gilipollas follándose a mi mejor amigo. Sencillamente no. Se corrió en menos que canta un gallo, haciendo lo posible por no gritar demasiado fuerte cuando alcanzó su liberación.

Alcanzó miserablemente algunos pañuelos. Todo aquello había estado realmente mal…

 

 

Fin

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