Por
Mullu, administradora de
Slash
Perú
Supongo que
todas lo entenderán, porque incluso en las grandes capitales
del fandom hispano, Fandomium sigue siendo ese pequeño paraíso
detrás de la puerta secreta del armario. Ésa que no abre
sin llave. O que se pierde entre los cortes de la madera y entonces
no se distingue hasta pasado mucho tiempo, cuando por fin la descubrimos,
la abrimos, y cruzamos al otro lado. Y detrás hay un mundo. Nuevo,
intenso, propio. A veces demasiado propio, y por eso mismo, un poco
solitario.
Por supuesto,
otros han descubierto el secreto. Hay más slashers en el mundo.
Las conoces, intercambias historias y experiencias, te enamoras perdidamente.
Es solo que ninguna vive en tu ciudad.
No hay
slashers en Lima.
Me lo repetí
casi dos años, sin cuestionarlo demasiado. No había slashers
en Lima. Y era una pena, porque Lima es una ciudad hecha para las historias.
(Lima,
el fandom. Fandom, Lima.)
Entonces
descubrí a una en fanfiction.net. Y luego a otra en livejournal.
Una cayó por el messenger diciendo “no me conoces, espero
que no te moleste que te haya agregado, pero vi de dónde eras
y pensé ¡no soy la única!” Yo pensé
algo parecido.
Empecé
a hablar con algunas por messenger e hice arreglos para más de
una cita frustrada a última hora por la vida real. Luego apareció
Serpentseed hablando de la Resi San Felipe (uno de los escenarios más
queridos de mi imaginario adolescente). Y comprendí por fin que
había slashers en Lima, a pocas calles de mi casa, y que quería
conocerlas. Somos miembros de una tribu perdida entre rostros comunes.
Pero, al revés que las tribus atacadas por la modernidad, que
empiezan como grupo y se van perdiendo (distanciando, desarraigando),
nuestra tribu empieza desarraigada, perdida, distante, y gracias a la
modernidad nos vamos encontrando.
Se lanzó
la primera convocatoria, y como suele suceder cuando el primer loco
empieza la búsqueda de la tribu que vio en sueños, en
el camino encontramos más locos. No estábamos tan locos
después de todo, ni la tribu tan perdida.
No sólo
hay slashers en Lima.
Hay slashers
en Tacna.
Y en Cusco.
Y en Tingo
María.
Hay slashers
por todo el Perú.
El encuentro
se programó un sábado de enero en el Olivar de San Isidro.
Un poco a la carrera, porque nos ganaban las ganas. Quedó la
promesa de un segundo encuentro para las que no pudieron llegar. Nos
encontramos a las 4 frente a la laguna. Apenas 5 fangirls en esta primera
kdd, de
pan y mantequilla, doujinshi, presentaciones y muchos planes. La
conexión, como dudarlo, fue instantánea, y la conversación
duró lo que el día nos permitió alargarla.
Slashers limeñas partiendo a casa, tras mucha
fangirleada. De izq a der: giasama (muraki), sora morikawa, psique-chan,
lupus errabunda y mullu.
Cinco puede parecer un número pequeño, pero es apenas
el número en el que empezamos a contar. La kdd fue preciosa,
pero quedaron muchas ganas pendientes y muchos compromisos. Muchas ganas
de hacer comunidad.
Esta reseña
no acaba aquí.
Quiero presentarles
a Slash
Perú (Perú, porque si bien
hasta ahora sólo hemos podido juntarnos en Lima, el Perú
es un país maravilloso y queremos la comunidad completa). Es
una comu creada para no perdernos de vista. Para organizar nuevas kdds,
pasarnos datos, contarnos cosas, sentarnos en círculo alrededor
del fuego y reconectar con esta tribu originaria que vamos formando.
Apenas empieza y no hay mucho movimiento, pero lo prometemos,
apenas empieza (y con suerte, será solo la primera de muchas
iniciativas). La consigna es conocernos, conectarnos, disfrutar, y en
el camino, ofrecer un poquito del Perú al planeta slash.
¿Qué
decías? ¿Qué no hay slashers en tu ciudad? Ponte
las botas y emprende el viaje. Puede que el camino te sorprenda.
Vuelve