Arpan - En amada memoria

HAY QUE ILUMINAR LA OSCURIDAD

 


La nobleza lleva la honradez pintada en los ojos.
Mozart, Don Giovanni

 

 

A veces sucede algo que rompe la inercia de lo habitual y te obliga a detenerte, a pensar por qué hacemos ciertas cosas. Como por ejemplo, por qué seguimos en un sitio determinado, pese a que hay otros mejores, o por qué debemos renovar nuestra fe en los ideales que nos movieron en el pasado. No siempre tenemos la oportunidad o el tiempo suficiente como para sentarnos a reflexionar sobre el papel que desempeñamos como miembros de esta comunidad, que es el fandom. Pese a ser en apariencia intangible, no por ello deja de constituir una agrupación de personas que se unen para desarrollar una actividad en un espacio (virtual) común, actividad basada en los mismos intereses. Por tanto, dicha reflexión me lleva a plantearme –una vez más- cómo y por quién está formado, y hacia dónde se dirige.

Evolucionar cuesta, porque crecer es a veces difícil, e incluso doloroso. En el fandom de HP –permítanme mis lectoras referirme nuevamente al que mejor conozco- vivimos un momento en el que por diversas circunstancias podemos dar un paso adelante, o bien retroceder: el último libro de la serie ya es una realidad, y ahora tenemos que plantearnos cómo será el futuro.

A nivel grupal, no tengo ninguna duda de que podremos seguir el camino que ya tomaron otros como el de Star Trek, Lord of the Rings o Star Wars. Que no es sino continuar haciendo lo que mejor sabemos hacer, es decir, escribir, dibujar, hablar, comunicarnos, divertirnos, en definitiva: crear. Seguir con la magia, como veníamos haciendo hasta ahora. Si nadie ha podido evitarlo antes, ¿quién nos lo va a impedir ahora? Puede que el canon haya finalizado, pero seguimos teniendo lo que es auténticamente nuestro: el fandom, ese sitio donde el largo brazo de los autores llega sólo de vez en cuando –y muy de vez en cuando-.

Pero para continuar, hay que contar con quienes se encargan de poner en marcha las infraestructuras que lo hacen posible, es decir, autores, propietarios de medios y administradores de foros y comunidades. Esos son los espacios donde tanto los que los implementamos como quienes los disfrutan, nos encontramos. Los motivos que puede tener alguien que participa en el fandom como espectador o lector para continuar en él son bastante evidentes: seguir divirtiéndose, que es ante todo y sobre todo, lo fundamental. Sin embargo, ¿qué razones tenemos los que nos ocupamos de presentar los medios para que tanto lectores como participantes puedan leer, publicar sus fics, enterarse de lo que está pasando, o simplemente hablar con los demás?

Por mi parte, sigo teniendo las mismas que al principio: divertirme de una manera creativa, en aquello con lo cual más me identifico. Pero además, durante los últimos meses he tenido la suerte de poder renovar con fuerza los principios que me llevaron un día a plantearme que esto podía llegar a ser algo más que un mero entretenimiento sin consecuencias ni proyección. Aún somos pocos quienes pensamos que el fanfiction es un arte, y que el fandom es el marco donde dicha expresión artística tiene lugar, dentro de la cultura popular contemporánea. Y que dedicarse a ello no es menos digno que entregarse a la fotografía, el cómic o la ilustración, por poner algunos ejemplos. Sin embargo, existimos y somos ya unos cuantos los que opinamos que el fandom, aquel en el que milite cada uno, tiene futuro, si trabajamos lo suficiente para conseguirlo. Porque es ahí, no lo olvidemos, donde escribimos, dibujamos, hacemos vídeos, y compartimos todo ello, es decir, donde existimos como fans.

El fanfiction suele ser poco apreciado incluso por quienes lo practican, desgraciadamente. Por alguna extraña razón, siempre se habla de él como algo que tarde o temprano se abandonará, lo cual no sucede con otras aficiones. ¿Por qué se supone que esta tiene que dejarse cuando se llega a una edad, te casas, tienes hijos, trabajas…? Hay muchos motivos para seguir, y de hecho, son muchas las autoras que continúan pese a encontrarse en alguna de las mencionadas situaciones. Aún así, también he escuchado las anteriores excusas como razón para dejarlo, mientras que en lo que llamamos “vida real” nadie me ha dicho nunca: “cuando me case o tenga treinta años dejaré la filatelia”. Por poner un ejemplo.

 

 

Como siempre, en otros países nos llevan bastante ventaja en esta parcela de la cultura pop actual que es un fandom y sus manifestaciones. A estas alturas todos hemos comentado alguna vez que nos llevan –mínimo- diez años de adelanto. No nos equivoquemos: ellos no son intrínsecamente más listos, ni están más preparados ni la mayoría tienen más recursos que nosotros. Simplemente son más constantes y trabajadores, y no padecen los complejos que sufrimos nosotros hacia el frikismo en general. Por ahí fuera hay grandes autoras que se sienten parte de su fandom porque eso enriquece su vida. El arte es una forma de intensificar la experiencia vital y si hay algo vital, es el fanfiction, y todo lo que ha surgido a su alrededor. Seguimos necesitando gente que aporte recursos y presente proyectos innovadores. Necesitamos teóricos, asociaciones, convenciones propias y en definitiva, todo lo que lleva existiendo en otros países desde hace tiempo y aquí apenas acaba de llegar.

Tenemos dos opciones: o continuar diciendo que esto es un entretenimiento sin más averiguaciones, o intentar que el fandom, el de cada una de nosotras sea cual sea, llegue a constituir un espacio creativo como pueda serlo cualquier otro. Lo primero es sencillo de lograr, consiste en pasarse más rato en el messenger que aportando recursos. Es la opción fácil. Eso si, luego no nos quejemos de que no tenemos convenciones, ni recursos, ni más páginas o más comunidades de calidad. Y desde luego, dejemos de envidiar lo que tienen en otros lugares más frikicivilizados, ya que no somos capaces de ponernos manos a la obra para conseguir lo mismo. Está claro que la lógica, forma pura del pensamiento, por estas regiones cada tanto asume formas impuras. He escuchado muchas veces dos comentarios distintos en boca de una misma persona: “esto es sólo para pasar el rato frente al ordenador”, y a renglón seguido “qué envidia que ellas puedan montar tantas actividades y nosotras no”. ¿En qué quedamos?

Sacar un recurso requiere un tiempo, capacidad creativa y resolutiva, trabajo, esfuerzo, valor e incluso dinero que no todo el mundo tiene, y opino que es muy respetable la opción de quedarse al margen. Es válida y digna. Pero hay que apoyar a quienes sí se toman la molestia de crear medios para que tú tengas una comunidad donde frikear a destajo. O una página donde publicar tus fics, la cual no existiría sin ese esfuerzo, gracias al cual muchos encuentran un vehículo para pasar el rato frente al ordenador.

 

 

 

 

He hablado antes de evolución, y por eso es preciso mencionar que en todas las épocas y sociedades han aparecido innovaciones que no han sido bien recibidas; porque evolucionar cuesta, y porque cuesta enfrentarse a lo que no se comprende. Allí donde surja algo nuevo y donde haya quien crea en dar un paso adelante, siempre encontrará elementos de oposición. Es inevitable. Personalmente, creo que abandonar no es la solución, sino que más bien sería parte del problema. Cuando se lleva un tiempo en un fandom y se intercambian impresiones con quienes aportan medios en ese o en otros, siempre se termina hablando de lo mismo: lo difícil que es, en ocasiones. llevar algo adelante, porque los obstáculos son muchos, tantos como motivos para abandonar. Pero aún son más los que tenemos para quedarnos: porque quieres ver tus ideas materializadas, porque hay mucha gente que entiende lo que haces, y sobre todo, por encima de todas las cosas, porque debemos irnos sólo cuando sintamos que hemos dicho todo lo que teníamos que decir, no antes. La decisión debe ser nuestra, y de nadie más.

Quienes aportéis medios, seguid adelante, pese a lo difícil que pueda llegar a ser desarrollar algo en un ámbito como es el fandom hispano. Autoras, propietarias de páginas, administradoras de foros o comunidades, todas sabemos que puede ser muy difícil encender una luz cuando hay quien te está diciendo que es más fácil permanecer en la oscuridad, o incluso que lo prefiere. Conozco a autoras cien veces plagiadas, tanto que se tienen que buscar en el Google todas las semanas para localizar “sus” fics. Conozco propietarias de páginas, en este y otros fandom, que han pasado por las dificultades que pasa cualquiera cuando tiene una actividad relativamente pública: he escuchado historias bastante crudas, algunas de las cuales también he experimentado de primera mano. Conozco administradoras de foros que se dejan la piel en el pellejo para que funcionen y que aguantan troll tras troll con una entereza que da calambre. He tenido la oportunidad de hablar con muchas, y la mayoría coincide en afirmar que podemos lamentarnos por ello o podemos esforzarnos hasta hacer realmente grande aquello en lo que trabajamos. Coincido con ellas en que si abandonamos, gana la ignorancia, el vacío, la pobreza de ideas y la mediocridad, y con el tiempo puede que ni eso quede. Porque sólo perdura lo que se hace con amor, no con odio.

Bob Marley decía, “las personas que quieren hacer de este sitio un lugar peor no se toman días libres. ¿Por qué voy a descansar yo?”.

Pensad a lo grande y no os rindáis nunca.

 

 

 

 

 

Ningún fandom es perfecto: en todos aparecen, con el tiempo, conflictos y motivos de conflicto. Mirar hacia otra parte no evitará que se repitan. Es posible que hoy no vaya contigo, así pues, ¿para qué involucrarse? Tal vez porque la próxima autora plagiada puedes ser tú, y el próximo proyecto destruido puede ser el tuyo. Actualmente se lucha contra el plagio, en cualquiera de sus formas, a través del PLAP, el organismo que desarrolla una importante labor de protección sobre las autoras. Desde aquí me gustaría transmitirles mi más sincera felicitación por su labor, tan eficaz pese a las trabas que constantemente aparecen en su camino. Por otra parte, quisiera sugerir que se estudiara extender dicha protección a otros ámbitos de la creatividad. Tengan en cuenta que quien plagia un fic, o destruye recursos lo hace porque desea lo que otros tienen, pero es incapaz de conseguirlo por sus propios medios. En el fondo todo se reduce a un asunto de ego mal resuelto: hay quien busca algo tan bobo como poder decir que es “alguien” en un espacio tan reducido como puede ser un foro, una página, un LJ. Como bien dijo Irati durante la conversación que mantuve con ella con motivo de su entrevista en el número anterior, decir que se tiene “éxito en esta pequeña pecera que es el fandom de HP en castellano en internet es como decir que eres el campeón del mundo de tu escalera”. Y sin embargo, hay gente que mata y se mata por ser famoso en FF.net, en LiveJournal, en una comunidad, en un foro. Lo que esos famosos no parecen saber es que fama no es lo mismo que prestigio, el cual muy probablemente no llegarán a ver ni con catalejo.

 

 


¿Qué recomendaría a quien quiere empezar con una comunidad, o página, o foro…? A nivel técnico o creativo, nada, porque me pasa lo que a esa que decía que no sabía si coger criada o ponerse a servir. Sin embargo, el estilo más positivo, en mi opinión, se basa en normas de convivencia muy sencillas, al alcance de cualquiera: como por ejemplo, pedir permiso, para todo. Si un sistema me gusta y creo que podría adaptarse a una idea propia, pregunto a su creadora original si no tiene inconveniente en que lo desarrolle yo bajo otra temática. Dar crédito a todo el mundo, por todo. Cualquier contenido de Intruders va con nombres y apellidos, porque el trabajo de los demás merece un reconocimiento. Deberíamos ayudar a quien lo necesite, sobre todo si es un proyecto que está comenzando, o pasa por dificultades. Hay comunidades pequeñas y poco conocidas que llevan a cabo su actividad con lealtad
e ideas propias, y tendrían que ser más valoradas y apreciadas. Es imprescindible cumplir con socios y personas con quienes hayamos acordado algo, ya sea un material o una actividad. Pase lo que pase. Si no vales para cumplir un trato, no te metas en él. Y lo más básico: dar las gracias. Si te han hecho un favor, devuélvelo, y si se han portado bien contigo, recuérdalo en el futuro. Y pedir perdón, por supuesto, cuando se ha cometido un error. Aprovecho -ya que sale el tema- para disculparme con los lectores que hayan tenido problemas de acceso a los correos de Intruders en las últimas semanas. En la actualidad funcionan con toda corrección y están a su disposición para lo que precisen. Consulta cuales son aquí. Así como para asegurar que Fucked! estará online nuevamente en poco tiempo, después de su paso por el taller ;-)


A propósito de agradecimientos.


Algo importante a observar es que quienes mantenemos un recurso que cuenta con la colaboración de otras personas, tenemos una obligación para con aquellos que nos ayudan a que siga vivo. En mi caso, me siento especialmente agradecida a mi propio equipo, del que estoy muy orgullosa. Su talento, ingenio y destreza hacen grande todo lo que tocan. Son valientes, leales y nobles (pese a que más de la mitad son serpientes… para que luego digan). Este número de Intruders es de todos, como siempre, porque siempre será vuestra casa; sin embargo, permitidme que en esta ocasión les dedique este número a ellas.

Porque forman parte de todo y todos los que consiguen que siga creyendo que hay que iluminar la oscuridad.

 

 

Heiko

Aún más friki y aún más orgullosa.